Ser chiricano
Contestar estas inquietudes es
tarea casi imposible. Sin embargo, un
grupo de prestigiosos chiricanos de diferentes disciplinas científicas y
sociales han realizado este esfuerzo desinteresado para ofrecer un camino para
transitar en la interpretación del fenómeno social. El chiricanismo.
Como toda obra humana, no es perfecta en su contenido, en temas y formas de expresarlo, nos faltó más de cultura, del arte en sus diferentes expresiones, el gremialismo, el deporte, la política, la religión, el sindicalismo y los movimientos sociales, especialmente del pueblo Ngöbe Buglé. Esta es asignatura pendiente. A todos los ensayistas que dedicaron intelecto, tiempo y esfuerzo para esta publicación, nuestro eterno agradecimiento.
¿Cómo somos los chiricanos?
Los desafíos mundiales
Los problemas y desafíos de nuestra sociedad, dejaron de ser locales, provinciales o nacionales para convertirse en globales:
- El terrorismo internacional.
- El crimen, las maras, mafias y organizaciones criminales se han globalizado.
- El tráfico de drogas y lavado de dinero es un problema global.
- El deterioro del medio ambiente.
- El tráfico humano de personas y órganos.
- Los problemas migratorios.
- La lucha política, económica y militar por el control de los recursos naturales.
- El fanatismo religioso.
- La corrupción privada y gubernamental es global.
- Trata de blancas y prostitución.
- La violencia social en todas sus manifestaciones.
Se puede seguir enumerando una lista indeterminada de conflictos, retos y desafíos de nuestras sociedades. Lo positivo es que se cuenta con los conocimientos, ciencias, tecnologías para enfrentarlos y resolverlos, lo que falta es coraje y voluntad.
Los retos de la sociedad chiricana
1. Ser provincia fronteriza
Al estar Chiriquí bendecida por la naturaleza, tener tierras muy fértiles, con gente productiva y una alta calidad de vida, una nueva migración de personas y empresas regionales se están apropiando y controlando la economía chiricana, no para reinvertir o hacerla crecer, sino para explotarla y llevarse sus riquezas.
Los chiricanos deben tener presente que el dinero no tiene nacionalidad, ni viene para engrandecer a la provincia. Viene a explotarla. Los capitales son como las golondrinas que buscarán otros cielos, cuando la rentabilidad lo requiera. ¿Los chiricanos seremos dueños de nuestra riqueza o mano de obra de los extenajeros?
3. Tierras altas: ideal para vivir
Boquete y las tierras altas se han considerado como los
10 lugares en el mundo mejores parea retirarse y vivir. Bienvenidos todos los que quieran compartir
sus vidas con los chiricanos. Los chiricanos
desde los inicios de la provincia, recibieron a gran cantidad de extranjeros
que se integraron a vivir, producir, enseñar y trabajar en esta tierra, pero no
trataron de imponer sus formas de vida, costumbres, culturas, ni prácticas que
riñan con los valores de los chiricanos.
Jamás un chiricano debe someterse a la voluntad de un extranjero. Disfrutemos de su amistad, compañía,
conocimiento, experiencias con respeto y dignidad; y siempre tengamos presente
que no todo extranjero es buena persona.
Chiriquí no debe convertirse en un lugar atractivo y refugio para
delincuentes extranjeros, narcotraficantes ni ladrones.
4.
Rechacemos cualquier forma de delito y de
violencia
Tenemos el compromiso de rechazar cualquier forma de delito y de violencia. Rechazo sin contemplación contra las drogas, violencia familiar, violencia social, bandas o maras y delincuentes. La seguridad de Chiriquí es un problema de todos: autoridades y comunidad. “Conoce a tu vecino.” Protejámonos mutuamente. La seguridad de un barrio depende de sus vecinos. No deben existir en Chiriquí barrios rojos. Los barrios rojos son producto de las injusticias y desigualdades sociales, así como de la falta de educación y oportunidades para todos, principalmente de los jóvenes. Creando oportunidades de trabajo y educando a los niños y jóvenes se construirá una provincia segura.
5. Chiriquí: una provincia verde y ambientalista
Que no exista un solo chiricano que no ame y proteja la naturaleza y su medio ambiente. Educar a la presente y futura generación en cultura ambientalista es una gran tarea pendiente. Chiriquí debe seguir siendo una provincia ecológica ambientalista, amigable con la naturaleza, limpia, ordenada y verde como nuestra bandera.
Es una responsabilidad de todos: padres, estudiantes y
educadores. La educación de los
chiricanos tiene que ser de calidad, de todos los niveles: inclusiva,
equitativa, y competitiva. Tenemos que
ser exigentes con nuestra educación; ser los mejores. No queremos deserción ni fracasos, no
queremos un grupo de vagos con padres alcahuetas. Los NINIS (ni estudian, ni trabajan) son una
vergüenza familiar y social.
Obs. Las imágenes fueron obtenidas de la red Internet.
¿Qué es ser chiricano? ¿Cómo se vive y siente el chiricanismo? ¿Qué
nos caracteriza, distingue y hace que nos vean diferentes? ¿Por qué somos un
grupo social orgullos de nuestra herencia, procedencia, valores, principios,
costumbres y comportamiento, gastronomía, folclor, filosofía de vida muy
particular?

Como toda obra humana, no es perfecta en su contenido, en temas y formas de expresarlo, nos faltó más de cultura, del arte en sus diferentes expresiones, el gremialismo, el deporte, la política, la religión, el sindicalismo y los movimientos sociales, especialmente del pueblo Ngöbe Buglé. Esta es asignatura pendiente. A todos los ensayistas que dedicaron intelecto, tiempo y esfuerzo para esta publicación, nuestro eterno agradecimiento.
¿Cómo somos los chiricanos?
Somos
un grupo social con una filosofía y objetivos de vida muy particular. Luchadores por lo que creemos, incansables
hasta lograr muchos objetivos, orgullosos de nuestra historia, herencia, tierra
y forma de ser. Trabajadores ingeniosos,
creativos, tercos, rebeldes, altivos, solidarios en nuestras metas y
sufrimientos, responsables, amigos fieles, personas de palabra, luchadores, lo
que nos hace sentir frente a otras personas como orgullosos, pedantes,
engreídos hasta insoportables: ese es el
precio de ser chiricanos.
Los
chiricanos (as) no pedimos nacer en esta altiva provincia. Sin embargo, agradecemos todos los días: SER CHIRICANOS.Los desafíos mundiales
Todos
los grupos sociales enfrentan nuevos y difíciles retos en el siglo XXI.
Este es
el siglo del conocimiento en donde el saber vale más que el tener. Donde la ciencia, tecnología, informática y
la comunicación son los pilares de la civilización. Atrás se quedó la ignorancia, el
desconocimiento, las creencias falsas, las ideologías políticas, las teorías
económicas, el irrespeto y la violación de los derechos humanos, la
manipulación, la explotación social, las dictaduras opresoras de izquierda o de
derecha. El ser humano hoy es libre,
informado, comunicado y mejor educado.
Ahora los analfabetos son tecnológicos.
La brecha entre ricos y pobres, no es el dinero. Es el conocimiento.Los problemas y desafíos de nuestra sociedad, dejaron de ser locales, provinciales o nacionales para convertirse en globales:
- El terrorismo internacional.
- El crimen, las maras, mafias y organizaciones criminales se han globalizado.
- El tráfico de drogas y lavado de dinero es un problema global.
- El deterioro del medio ambiente.
- El tráfico humano de personas y órganos.
- Los problemas migratorios.
- La lucha política, económica y militar por el control de los recursos naturales.
- El fanatismo religioso.
- La corrupción privada y gubernamental es global.
- Trata de blancas y prostitución.
- La violencia social en todas sus manifestaciones.
Se puede seguir enumerando una lista indeterminada de conflictos, retos y desafíos de nuestras sociedades. Lo positivo es que se cuenta con los conocimientos, ciencias, tecnologías para enfrentarlos y resolverlos, lo que falta es coraje y voluntad.
Los retos de la sociedad chiricana
1. Ser provincia fronteriza

En el siglo pasado, ser la provincia más alejada de la
capital, ayudó a forjar el carácter y regionalismo chiricano. Ahora, al ser una provincia fronteriza, nos
expone a enfrentar y protegernos de todos los delitos internacionales
característicos de áreas fronterizas, entre ellos: tráfico ilegal de personas,
drogas, armas, dinero, delincuentes, contrabando, enfermedades, prostitución: ¿Cómo vamos a proteger a la provincia de estos flagelos?
2.
Proteger
nuestra economíaAl estar Chiriquí bendecida por la naturaleza, tener tierras muy fértiles, con gente productiva y una alta calidad de vida, una nueva migración de personas y empresas regionales se están apropiando y controlando la economía chiricana, no para reinvertir o hacerla crecer, sino para explotarla y llevarse sus riquezas.
Los chiricanos deben tener presente que el dinero no tiene nacionalidad, ni viene para engrandecer a la provincia. Viene a explotarla. Los capitales son como las golondrinas que buscarán otros cielos, cuando la rentabilidad lo requiera. ¿Los chiricanos seremos dueños de nuestra riqueza o mano de obra de los extenajeros?
3. Tierras altas: ideal para vivir

Tenemos el compromiso de rechazar cualquier forma de delito y de violencia. Rechazo sin contemplación contra las drogas, violencia familiar, violencia social, bandas o maras y delincuentes. La seguridad de Chiriquí es un problema de todos: autoridades y comunidad. “Conoce a tu vecino.” Protejámonos mutuamente. La seguridad de un barrio depende de sus vecinos. No deben existir en Chiriquí barrios rojos. Los barrios rojos son producto de las injusticias y desigualdades sociales, así como de la falta de educación y oportunidades para todos, principalmente de los jóvenes. Creando oportunidades de trabajo y educando a los niños y jóvenes se construirá una provincia segura.
5. Chiriquí: una provincia verde y ambientalista
Que no exista un solo chiricano que no ame y proteja la naturaleza y su medio ambiente. Educar a la presente y futura generación en cultura ambientalista es una gran tarea pendiente. Chiriquí debe seguir siendo una provincia ecológica ambientalista, amigable con la naturaleza, limpia, ordenada y verde como nuestra bandera.
6.
En Chiriquí
la educación es primero

7.
Los chiricanos somos ciudadanos, no individuos
Por tradición y filosofía de vida los chiricanos son
ciudadanos, personas con derechos y con deberes que vienen, gozan y comparten
vida en sociedad. No somos
individualistas. Somos solidarios,
asumimos nuestras responsabilidades como sociedad. Fortalecer los principios, valores,
conductas, comportamientos, luchas, de la sociedad chiricana es nuestro reto
para el siglo XXI: ¡SER CHIRICANO ES
UNA FORMA DE VIDA!